Últimamente, estoy observando que las invitaciones que voy recibiendo vía Linkedin son de lo más escueto o/e impersonal, ya que sólo incluyen el formato tipo de Linkedin.
He consultado a otros compañer@s, por aquello de que fuese sólo una percepción mía y también comentan lo mismo. Entiendo entonces que aún hay gente que no es consciente, de lo que puede llegar a representar enviar invitaciones con este formato y es por lo que he decidido dedicarle una entrada en el blog.
Antes de mandar una invitación vía Linkedin, es altamente recomendable que cumplimentes mínimamente tu perfil (he recibido invitaciones que sólo incluyen el nombre... ¿quién eres?, no tienen perfil profesional... ¿qué sabes hacer?, ¿cuál es tu trayectoria profesional?, de no hacerlo, que te ignoren es lo más normal que te pueda suceder.
Si ya tienes tu perfil y quieres poner en marcha tus invitaciones debes ser muy consciente del por qué o para qué te pones en contacto con esa persona, si quieres seguir sus comentarios en Linkedin, si es por afinidad o porque es un antiguo compañero de clase, habéis trabajado juntos, pertenece a alguno de tus grupos, a una empresa en la que estés interesado, etc, etc.. como ves hay infinidad de motivos, pero ten en cuenta que sea cual sea tu motivo, todos son igual de importantes, aunque no te lo parezca y de igual manera son importantes para dedicarles unos minutos de tu tiempo.
A ésto yo le añadiría que por un lado si la persona a la que envías la invitación es conocida, que menos que un saludo personalizado, ¿educación?, ¿cortesia?... casi tardas más en buscar una excusa para no hacerlo.
Si es desconocida a más aún, por varios motivos, apliquemos la sabiduría popular:
- La primera impresión es la que cuenta , ya sea por el efecto halo o por el efecto x, pero ten en cuenta que estamos en un entorno en el que vemos que se está hablando de marca personal, de cuidar tu imagen en las redes sociales, porque vamos a dejar que por no dedicar unos minutos de nuestro tiempo y perder todo el esfuerzo, tiempo y trabajo en nuestras RRSS por no dedicar unos minutos de nuestro tiempo y si no tienes es un buen momento para empezar.
- Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a tí, a buen entendedor...
- Be different my friend, altamente difícil será que llames la atención de entre las varias o numerosas invitaciónes que seguramente reciba la persona a la que te diriges si usas un modelo tipo.
Debes tener en cuenta sí o sí, que tal y como dice Pedro de Vicente en su blog Exprimiendo Linkedin (de recomendado seguimiento), cada invitación de Linkedin puede convertirse en una oportunidad.